[12 de mayo de 2020] Mientras aprendemos a ajustar nuestras vidas dada la realidad del coronavirus y atendemos la solicitud de hacer nuestra parte para frenar su propagación practicando el distanciamiento social, les invito a que se unan a mí cada semana para dedicar un momento a cultivar un «hábito de gracia». Una nueva meditación se publicará todos los martes a lo largo del mes de mayo. Estas meditaciones pueden verse en cualquier momento haciendo clic aquí.
12 de mayo de 2020: nuestro tiempo está en la manos de Dios
Hola a todos los que tengan la amabilidad de mirar y escuchar Hábitos de gracia. Sólo quería alertarlos de algo, no como un aguafiestas, sino tan sólo como una simple advertencia de que, al oír este vídeo, escucharán de fondo el ruido de la construcción en la escuela primaria que está del otro lado de nuestro patio trasero. Hemos oído el vídeo y puede escucharse. Pero sólo quería que supieran que ese ruido que escuchan es el de una escuela que están remodelando para que los niñitos puedan asistir a un colegio que sea moderno y agradable, y necesario. Dios les ama y los guarde en la fe.
No sé si les ha pasado a ustedes, pero una de las cosas que ha resultado un poco confusa durante esta pandemia ha sido una especie de desorganización o de confusión respecto a qué hora es y qué día es. Me encontré en más de una ocasión preguntándole a alguien: «¿Qué día es hoy?» Hay un salmo en las Escrituras hebreas, el Salmo 31. En realidad, se cita en el oficio de Completas, que es un oficio de oración nocturno, y también es citado por Jesús en la cruz. Dice así:
En ti, oh Señor he esperado; no sea yo avergonzado jamás; líbrame en tu justicia.
Y luego prosigue y dice:
(Señor) Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme, porque tú eres mi risco y mi castillo; por tu Nombre me guiarás y me encaminarás. . .
En tu mano encomiendo mi espíritu; tu me has redimido, oh Señor, Dios de verdad.
En la cruz, Jesús citó este salmo al encomendar su vida a las manos del padre. En tus manos encomiendo mi espíritu. Pero a medida que prosigue el salmo, más adelante dice: «En tu mano está mi destino». Bien puede ser que si tenemos pequeños recordatorios a medida que avanza el día, tendremos un sentido del tiempo no determinado por un reloj, sino determinado por Dios.
En el Salmo 55, el salmista dice: «Tarde, mañana y al mediodía, me quejo y lloro, y el oye mi voz». Quizás un pequeño hábito de gracia durante este tiempo puede ser un momento de oración por la mañana, otro al mediodía y otro por la noche, ya sea usando un libro de oraciones o sólo un momento para hacer una pausa y guardar silencio. De cualquier forma que lo hagan, tómense un momento: mañana, mediodía, noche. Padre en tus manos encomiendo mi espíritu. Porque mi destino está siempre en tu mano.
En 1931, un hombre llamado Thomas Dorsey compuso un himno, cuyas letra y música han sido preferidas de muchos durante mucho tiempo. Lyndon Johnson, el presidente Johnson, pidió que se cantara en su funeral. Martin Luther King pidió que se cantara en su funeral. Mahalia Jackson lo cantó. Aretha Franklin lo cantó. B.B. King lo tocó y lo cantó. Tennessee Ernie Ford lo cantó. Johnny Cash lo cantó. Fue compuesto por Thomas Dorsey que vivió en una época en que su tiempo estaba muy desorganizado. Su esposa murió en el parto, tanto ella como el niño murieron. En su momento de duelo, escribió la letra del himno que dice simplemente: «Señor amado, toma mi mano».
Mi destino está en tu mano, oh Señor. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu esta mañana, al mediodía y por la noche.
Dios les ama. Dios les bendiga. Que Dios nos sostenga a todos en esas todopoderosas manos de amor. |
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